27.6.15

"Oración"

Sopla espíritu de Dios, para que no olvidemos
la lucha de aquellas mujeres que perdieron su vida
por defender sus derechos.

Óyenos, Señor, Oye la oración;
Inclínate, Oh Dios, y danos tu paz.
Sopla espíritu de Dios,
para que se respete la igualdad de género -

Sopla espíritu de Dios, en aquellos y aquellas
que quieren atropellar a los más débiles,
negándoles el derecho de defender lo justo.

Óyenos, Señor, Oye la oración;
Inclínate, Oh Dios, y danos tu paz.
Sopla espíritu de Dios,
para que todos los días sean ocho de marzo,
y recordemos y divulguemos con respeto
lo sucedido a 129 mujeres aquel 8 de marzo de 1908.

Sopla espíritu de Dios,
para que se termine el miedo, el dolor,
la soledad de tantas mujeres victimas de violencia.
Sopla espíritu de Dios,
para que juntas y juntos despertemos a una vida nueva,
sin atropello, con libertad, con igualdad de derechos sin discriminación.

Óyenos, Señor, Oye la oración;
Inclínate, Oh Dios, y danos tu paz.
Sopla espíritu de Dios,
para que se unan las voces proclamando tu amor, tu paz, tu misericordia.
Amén (Mary Piñeyrúa – Uruguay)- Red de Liturgia del CLAI

Mujeres en Foco

El género se nutre de modelos y significados que las sociedades construyen en torno a lo que se espera de un hombre o de una mujer, pero lejos de ser una estructura inmutable y rígida, deben ser permanentemente cuestionados, desobedecidos. Sobre todo cuando esos modelos esconden opresión, discriminación, violencia e injusticia. Todavía somos espectadores de conductas amorales que conducen a mujeres de todo el mundo a despojarse de su propia subjetividad. Mandatos culturales y silencios cómplices legitiman desequilibrios en las relaciones ocultando conductas opresivas que atentan sobre la dignidad y la autoestima; mandatos que se hacen cuerpo, actos feroces que promueven la desvalorización y la violencia hacia lo femenino, sometiéndonos a prácticas inhumanas que nos alejan de la tan aclamada equidad de género.
El cine es una manera de romper con el silencio cotidiano y hacer visibles las formas de relaciones desiguales establecidas entre hombres y mujeres, es un espacio y una forma de discurso que permite desnaturalizar y cuestionar la obediencia, la dependencia, la violencia y la sumisión. La práctica cinematográfica nos lleva a reflexionar sobre los estereotipos sociales que soportan las mujeres de diferentes culturas, las sugestiones sociales que se encarnan en sus cuerpos.
El festival Internacional de Cine y Mujer por la equidad de género se construye como un espacio para cuestionar y dialogar frente a temáticas que nos atraviesan a todos. Se trata entonces de discutir para abandonar falsas dependencias, de hacer visible la legitimación de la violencia que se ejerce física y psicológicamente por el sólo hecho de haber nacido mujer, esa violencia feroz que se reproduce en las prácticas de abuso sexual sobre niñas y mujeres, en las redes de trata para la prostitución, en la explotación laboral y en el ámbito familiar. Las imágenes nos interpelan sobre nuestras conductas, nuestros prejuicios y nuestros silencios, nos insisten para que pensemos nuevas formas de mirar y de mirarnos, de relacionarnos y reconocernos en la diferencia. La lucha consiste en hacer temblar lo determinado, en diluir los valores que sostienen la crueldad de unos a expensas de otros. Defender los derechos humanos incorporando la perspectiva de género es una tarea que nos lleva a deshacer la inercia y quebrar el silencio de lo injustamente establecido. El camino es largo, es necesario comenzar a ver para dejar de obedecer.
Directora del Primer Festival Internacional
de Cine y Mujer por la Equidad de Género.

Los 3 últimos deseos de Alejandro El Grande

Encontrándose al borde de la muerte, Alejandro convocó a sus generales y les comunicó sus tres últimos deseos:

1 - Que su ataúd fuese llevado en hombros y transportado por los
mejores médicos de la época.

2 - Que los tesoros que había conquistado (plata, oro, piedras
preciosas), fueran esparcidos por el camino hasta su tumba, y...

3 - Que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataúd, y a la vista de todos.

Uno de sus generales, asombrado por tan insólitos deseos, le preguntó a Alejandro cuáles eran sus razones.

Alejandro le explicó:

1 - Quiero que los más eminentes médicos carguen mi ataúd para así mostrar que ellos NO tienen, ante la muerte, el poder de curar.

2 - Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver que los bienes materiales aquí conquistados, aquí permanecen.

3 - Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan ver que vinimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos, cuando se nos termina el más valioso tesoro que es el tiempo.

"El TIEMPO" es el tesoro más valioso que tenemos porque es LIMITADO.
Podemos producir más dinero, pero no más tiempo...
Cuando le dedicamos tiempo a una persona, le estamos entregando una porción de nuestra vida que nunca podremos recuperar, nuestro tiempo es nuestra vida.

EL MEJOR REGALO que le puedes dar a alguien es tu tiempo y SIEMPRE se le regala a la familia ó a un buen amigo.

Enviado por Nanci Caje desde Formosa- Argentina