Obediencia Radical

“Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños... Y Dios hizo bien a las parteras; y el pueblo se multiplicó y se fortaleció en gran manera. Y por haber las parteras temido a Dios, él prosperó sus familias” (Éxodo 1:17, 20-21) Mi oración hoy es que Dios fortalezca su pueblo, multiplicándolo en gran manera numérica y espiritualmente. Algunas condiciones para que Dios fortalezca su pueblo: Los creyentes deben ser temerosos de Dios al vivir tiempo completo en la “presencia de Dios”: “Pero las parteras temieron a Dios” (v. 17). Los creyentes deben ser obedientes absolutos y radicales de las órdenes de Dios: “y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños” (v. 17). Bendiciones al vivir en la presencia y temor de Dios y obedecer radicalmente su voluntad: El bien estará cerca de nosotros: “Y Dios hizo bien a las parteras” (v. 20). “Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días” (Salmos 23:6). Habrá crecimiento numérico a la vez que crecimiento espiritual en nuestras congregaciones: “y el pueblo se multiplicó y se fortaleció en gran manera” (v. 20). “Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios” (Efesios 3:17-19). Nuestras familias serán bendecidas según las promesas de Dios: “Y por haber las parteras temido a Dios, él prosperó sus familias” (v. 21). “Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Génesis 12:2-3). Christian Sarmiento